La
dinámica que hemos llevado a cabo en la primera sesión de la Escuela de Familias estaba destinada al conocimiento de nuestros hijos.
Los
alumnos de 6º de Ed. Primaria se encuentran en un momento evolutivo difícil. Durante este período se producen muchos cambios
en muy poco tiempo. Es un proceso psicológico unido al crecimiento social y
emocional que surge en cada persona.
Dicha
dinámica ha consistido en la realización de unos cuestionarios por parte de los alumnos, en primer
lugar, a lo largo de una semana en momentos puntuales entre clase y clase. A
los niños se les informa que lo van a leer sus padres una vez que lo han
entregado pero se les da la oportunidad de cambiar algo ahora que lo saben.
Deciden dejarlo tal como está, no sin temores, pero sienten que si lo cambian ya no están actuando con naturalidad.
El día señalado para la convocatoria de las familias, los padres han contestado a las mismas preguntas poniéndose en la piel de sus hijos, respondiendo como ellos creen que sus hijos pueden haber respondido basándose en el conocimiento que puedan tener de ellos.
Una
vez contestado el cuestionario
por parte de los padres se les entrega el sobre con la encuesta que los hijos
han realizado. Ellos mismos cotejan las respuestas.
Las
reacciones son siempre positivas, enriquecedoras y emocionantes.
En los
casos en que los alumnos se encuentran aún en una fase más infantil el
conocimiento por parte de los padres es más acertado. Los niños son aún
transparentes a ojos de los progenitores.
Cuando
el alumno ya ha comenzado su camino hacia la adolescencia empieza a mostrarse
más introvertido y las respuestas son más diferentes entre unos y los otros. Es
en este momento de la vida cuando empiezan a actuar de forma desigual según con
quien se encuentren o lo que deseen conseguir.
De
todos modos, en nuestro caso, los padres salieron muy satisfechos porque el
conocimiento de las respuestas de sus hijos les ha proporcionado una
tranquilidad que no tenían. Tendemos a impacientarnos al poner nuestras
preocupaciones en las mentes de los niños y, sin embargo, ellos son totalmente
ajenos a las situaciones que no existen sino en nuestro interior.
Os
recuerdo los acuerdos o compromisos a los que llegamos:
- Vamos a buscar tiempo a diario o cada cierto tiempo para hablar con
ellos mientras realizamos tareas juntos o paseamos o cuando pueda surgir un
problema.
- Vamos a dar a nuestros hijos algo más de libertad. Libertad para
trabajar, para hacerse responsables de sus tareas, libertad para equivocarse y
aprender de sus errores.
- Vamos a ser más coherentes con los límites y con las responsabilidades de nuestros
hijos. Por ejemplo, si les permitimos ir y venir solos al colegio y pasear por
la calle con sus amigos, no les preparamos la cartera o la merienda o su ropa.
- Vamos a dejar de preocuparnos por lo que nos imaginamos más que por su
realidad si esto puede entorpecer la
relación padres - hijos.
Ha
sido una experiencia emocional y racionalmente afortunada, con un elevado nivel
de satisfacción por parte de padres, alumnos y profesorado, que nos facilitará
una relación más cercana entre ambos sectores y facilitará la educación de
nuestros niños, al trabajar todos al unísono.
La
segunda sesión con un tema también interesante tendrá lugar el martes, 8 de
marzo de 2016, a las 17,00 horas.
¡Os
espero!
¡Muchas gracias a todos!
Carmen Conde, tutora de 6º de Ed.Primaria.